Tuesday, October 23, 2007

[ salir corriendo ]

Tengo ganas de decir algo, lo que sea, para minimizar la pesada carga que me oprime el pecho tan fuerte, que no me deja respirar, y no, no es un infarto, ojala lo fuera.

Quisiera llorar, tal vez las lagrimas dejarian salir un poco de ese sentimiento que no entiendo ni yo.

La verdad, es que no se ni que demonios quiero...
Sé, sin lugar a dudas, que no tienes nada que ver en esto y que toda esta extraña maraña de conexiones ficticias no son mas que los pretextos que se pone mi razón para interar explicar un poco esta locura que, simplemente no cede.
No se que decirle a los demás por que no puedo y tampoco me apetece dar una explicación para ponerle nombre a la desazón.
Tu no tienes la culpa, solo ha sido un error (mio), conjugado con ilusiones, meramente. Tampoco creo que te importaría demasiado si lo supieras, y menos ahora, que eres tan feliz.
No, de verdad, no me malinterpretes, me encanta que seas felíz por que estoy segura que sonries, y yo, sonrio al verte hacerlo, aunque es extraño por que al mismo tiempo siento un dolor punzante en el pecho, que no me deja dormir, y duermo tan poco ultimamente.
Deambulo de día tambaleante por que la cabeza llena de sueños me pesa un poco, y bueno, la otra mitad de ese peso son razones, mas de las que crees, con las que intento convencerte de que salgas de dentro de mí, pero.... ¡Dios! eres tan obstinada.
Ojala pudiera hacerte borrar de mis recuerdos, como en esa pelicula de Michel Gondry, seguro sabes de cual hablo, esa en la que al final los protagonistas vuelven a encontrarse.
Carajo, ahi esta otra vez; la esperanza. Ese debe ser mi maldito problema, que a pesar de todo el dolor y los intentos (seguro piensas ¿intentos?, si, lo corrijo, solo ha sido uno) fallidos no puedo matar la esperanza. Dicen las abuelas sabias que ya no tengo, que la esperanza muere al final y mira nadamas, no puedo matarla. He intentado casi todo: ahogarla con alcohol, como aconsejaba Jose Alfredo; hacerla salir coriendo con humos densos, como a las abejas; intente hablar con ella, razonar, como con cualquier persona; intente confundirla para que se fuera a vivir con alguien más, pero, solo se dividió, y ya no se que hacer.
Estoy a punto de declararme vencida y entregar las armas, pero... ¿eso de que me sirve? supongo que en mis situacion todo sirve para casi nada.
¿Sabes que es lo peor? soñar contigo, es horrible, como cualquier pesadilla. No, espera, no es por que me cause terror ver tu imagen, si no por que al despertar, ya no despierto del todo y estoy constantemente pensando en ti, casi siento tus labios, tus manos, tu olor... y me descubro suspirando estupidamente mientras imagino en la ventana numerosas escenas dignas de final de comedia romantica.
Perdona, no quiero agobiarte, solo queria contartelo por que ya no se que quiero, bueno, si.
Quiero salir corriendo.
(perdonen la tristeza... y la ortografía)


Tuesday, October 09, 2007

[ La curiosidad... ]


... mato al gato. Al menos eso dice el dicho. En mi caso los espidicos gatos también mueren de curiosidad, mas no en el sentido de la ya mencionada frase. Siempre pensé que tenia rasgos paranoicos en mi personalidad, pero, hace un par de días que me vengo dando cuenta de que mis auto análisis no son tan exactos. No señoras y señores, no es paranoia, es algo peor. Es real. Personas cercanas a mi intentando definir en su mente mi orientación sexual. Algunas sospechas, nada concreto. Mis constantes salidas con hombres, mis noviazgos y un par de amantes avalan mi condición de heterosexual. No así mi ultima ex novia que, al parecer, intenta aferrarse a sus recuerdos contandoselo a quien quiera oírlo.

Vaya una piedra en el zapato...

¿Por que les importa tanto?

Aún asi, solo quien pase por el aro podra develar el misterio.

Friday, October 05, 2007

[and it's your face I'm looking for, on every street]


12 horas, habían pasado 12 horas desde que despertara esa mañana con la sensanción del encuentro inevitable. Los sueños se agolpaban presurosos por ser recordados.
La risa mantenida durante el día empezaba a vaciarse con el paso del tiempo.
Salió a la calle sin rumbo fijo, solo se dejaba llevar por el instinto, manejando en automatico, recorriendo las calles, buscando...
Por las mas transitadas, por las mas reconditas, por las que había mas luz, por las obscuras, por donde dormian los sueños, por donde brotaban las rosas de las manos de los niños. Y nada.
La música conjuraba el recuerdo, su rostro, sus ojos, su pelo, su olor, sus manos, su voz, y esa sonrisa...
Al final, la encontró. En su mente, vestida de deseo, musa cargada de excusas.